Un taller de piedra natural elabora una cruz de más de dos metros que se instalará en la plaza de Santo Tomás Moro en Obertshausen
Dentro de pocos días, en un transporte especial, partirá para la ciudad de Obertshausen una Cruz de Caravaca de grandes dimensiones que ha sido elaborada en un taller de piedra natural de la localidad.
José Manuel López Cantero recibió el encargo hace varios meses y ha dedicado unas 500 horas a elaborar esta cruz monumental que antes de que acabe el mes de julio estará instalada en la plaza donde se ubica la iglesia de Santo Tomás Moro. El párroco de la iglesia alemana, Norbert Hoffman, es un fiel devoto de la Sagrada Reliquia; desde Obertshausen, donde residen varias familias caravaqueñas, desde hace años se llevó a cabo un hermanamiento con el Ayuntamiento y, años más tarde, se rubricó también el hermanamiento de las parroquias con la basílica santuario de la Vera Cruz.
Hoffman en una de sus numerosas visitas a Caravaca, contempló una cruz de grandes dimensiones que estaba ubicada delante de una tienda de recuerdos en la plaza del Arco; se interesó por la pieza y preguntó quién la había elaborado. Puesto en contacto con José Manuel no dudo en realizar el encargo y, si era posible, un poco más grande ya que era para colocarla en una de las plazas principales de Obertshausen.
Manos a la obra. En el taller realizaron el diseño por ordenador y, teniendo en cuenta las indicaciones del párroco, llegaron hasta las dimensiones que finalmente tiene la réplica de la Cruz de Caravaca. Está elaborada en una variedad de arenisca que hace más fácil el ‘tallado’ de los diferentes relieves, «una vez que realizado el diseño y cortamos la piedra, procedimos a realizar los detalles; primero, con la máquina, para terminar de perfilar el resto a mano».
Las dimensiones de esta monumental cruz son de 2,30 metros de alto; 1,10 metros de ancho y un grosor medio de unos 30 centímetros. Está elaborada en bateig blanco, un tipo de arenisca que José Manuel ha traído desde Novelda hasta su taller. En la parte más baja de la cruz, que está tallada a dos caras, se han colocado sendas piezas talladas en mármol, de la variedad rojo Cehegín, que fueron retocadas en la Vera Cruz en una ceremonia especial que se celebró en la basílica en los días previos a las fiestas patronales, aprovechando la visita de un numeroso grupo de alemanes llegados desde Obertshausen.
En el taller han preparado una caja especial para el traslado que se llevará a cabo en los próximos días. Luis Gálvez, caravaqueño que reside en Obertshausen, donde es teniente de alcalde, ya se encuentra en Caravaca para supervisar el traslado. Gálvez no irá solo, un grupo de caravaqueños, incluido el propio cantero, se desplazarán hasta la localidad alemana para participar en la inauguración del monumento que sellará, una vez más, los lazos que unen a las dos ciudades.