El Barrio de San Francisco

Hoy os animamos a adentraros en una de las zonas más auténticas de nuestra ciudad. Se trata del Barrio de San Francisco, que situado en un lugar privilegiado nos ofrece unas vistas maravillosas del casco antiguo.

Iniciaremos el recorrido desde el Puente Uribe que sirve como nexo de unión entre este Barrio y el núcleo urbano de Caravaca. Este puente se sitúa sobre el Barranco de San Jerónimo, el cual podemos apreciar junto con el Palacio de los Uribe que alberga el Museo de la Fiesta.

A partir de aquí avanzaremos en línea recta por una calle estrecha y de ligera elevación, subiremos la cuesta del Caño, ya empieza a intuirse, pero no es hasta el final de la subida, cuando aparece ante nosotros la impresionante fachada neomudéjar de la Plaza de Toros, decorada con un llamativo color rojo y detalles en blanco. Un detalle curioso acerca de ella es que se levantó sobre suelo sagrado. El terreno sobre el que ahora se encuentra un espacio destinado al espectáculo, en otros tiempos fue un lugar de recogimiento y meditación, un convento franciscano. Aún quedan vestigios de su presencia en el lateral izquierdo de la  Plaza.

En ella se celebran actualmente corridas de toros, espectáculos ecuestres, torneos medievales, concursos, teatro, etc.

Dejamos la Plaza atrás para seguir ascendiendo por calles estrechas llenas de antiguas casas, algunas de ellas casas-cueva situadas en las faldas de un pequeño cerro. Esta zona es conocida como el Calvario, en recuerdo del Vía Crucis que en su día pasaba por aquí en dirección a la Ermita de la Reja que ya se divisa en lo alto.

Cuando por fin llegamos a nuestra meta lo que encontramos es un regalo para nuestros sentidos, un balcón que se asoma a Caravaca ofreciéndonos lo mejor de ella: El Castillo, la Parroquia del Salvador, un conjunto de casas antiguas, montañas…¡la panorámica perfecta!

Detrás de nosotros se ubica la Ermita de la Reja, la única superviviente de las 14 construidas y que formaban en el siglo XVII las estaciones del Vía Crucis. Se trata de un edificio macizo, pequeño y austero.

Observamos también, desde este privilegiado entorno, montañas como El Cerro Gordo, La Peña Rubia y gran parte de la sierra caravaqueña.

Como veis un lugar muy especial, rodeado de naturaleza e historia ¡¡No os lo podéis perder!!