La Diadema de Caravaca fue la reina de la Edad de Bronce

La Diadema de Caravaca/ Verónica Schulmeister Guillén.
La Diadema de Caravaca/ Verónica Schulmeister Guillén.

Es única en el mundo, y representaba el prestigio y la diferenciación social. La Diadema de Caravaca es una joya exclusiva, ya que es la única pieza de oro de estas características que se conoce en el mundo argárico. Esta cultura empleó la plata como metal para fabricar alhajas y adornos, como los que aparecen en numerosas tumbas femeninas.

Su origen data de un período comprendido entre el 1.500 a.C. y el 1.300 a.C., y procede de una de las sepulturas del yacimiento argárico del Estrecho de la Encarnación, pedanía de Caravaca de la Cruz. Esta joya fue encontrada por un trabajador del campo en la ‘Placica de Armas’ dentro de la finca de Blas Marsilla Melgares. Este señor le dio la diadema a su cuñado, Amancio Marín de Cuenca.

Como anécdota, a la hora de ingresarla en 1925 en el Museo Arqueológico Nacional, Marín de Cuenca declaró que procedía de Cehegín, pero en 1975 el caravaqueño José Marsilla Marín corrigió este error con su testimonio.

Por otro lado, las mujeres argáricas habrían ceñido su pelo con diademas como esta, cubriendo su nariz con el remate frontal. Estas piezas de orfebrería, elaboradas con metales preciosos, aparecen en los ajuares mortuorios y nos revelan que la sociedad del Argar estaba jerarquizada.

Las clases altas utilizaban las alhajas como un símbolo de distinción frente a las capas inferiores. El poder de esta élite estribaba en  controlar la producción agrícola y metalúrgica, además del comercio y la defensa de las poblaciones.

La joya se halla en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid/ Verónica Schulmeister Guillén.
La joya se halla en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid/ Verónica Schulmeister Guillén.

Por último, hay que resaltar que la cultura argárica se desarrolló en lo que hoy denominamos Región de Murcia a lo largo del III y II milenio a.C. (años 2.200-1.400 a.C. aproximadamente). Este pueblo se caracterizó por enterrar a sus muertos dentro de los núcleos de población, debajo de las viviendas o al lado de ellas. Se dedicaron a la agricultura, a la ganadería, a la metalurgia y a la orfebrería, destacando en este último campo con sus vasijas de barro y con la Diadema de Caravaca.

Fuentes:

. MELGARES, J.A. Homenaje al Prof. Martín Almagro Bach : La Diadema de oro argárica del Museo Arqueológico Nacional. Precisiones sobre el lugar de su hallazgo. Año:1983, Ministerio de Cultura (Madrid).

. MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL, Ficha completa : inventario 33114 (la Diadema de Caravaca) , por el Museo Arqueológico Nacional: http://ceres.mcu.es/pages/ResultSearch?Museo=MAN&txtSimpleSearch=Diadema%20de%20Caravaca&simpleSearch=0&hipertextSearch=1&search=advanced&MuseumsSearch=MAN%7C&MuseumsRolSearch=9&listaMuseos=[Museo%20Arqueol%F3gico%20Nacional  [fecha de consulta 23/11/2017]

. ARTE HISTORIA, El Bronce Medio: El Argar, por ARTEHISTORIA.COM: http://www.artehistoria.com/v2/videos/16.htm [fecha de consulta 23/11/2017]

. REGIÓN DE MURCIA DIGITAL, La mirada que habla, por REGMURCIA.COM: http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=c,371,m,3526&r=ReP-27223-DETALLE_REPORTAJESABUELO [fecha de consulta 23/11/2017 ]

 

Una herencia griega en Caravaca: El Centauro de Los Royos

La escultura del Centauro de Los Royos.
La escultura del Centauro de Los Royos.

Borrachos, fuertes y violentos. Así son, en líneas generales, los seres mitológicos que conocemos con el nombre de centauros tal y como la tradición los ha descrito. Estas criaturas se suelen representar con aspecto de caballo de cintura para abajo, mientras que su cabeza y su torso son humanos.

Existen diferentes teorías sobre su origen. Según la mitología griega, los centauros son hijos de Ixión y la nube ninfa Néfele. En cambio, para otros pueblos Zeus fue el creador de esta especie al hacer el acto sexual con Día, la esposa de Ixión, transformado en caballo.

La leyenda de estos seres ha quedado plasmada en diversos documentos de la época clásica, así como en todo tipo de esculturas. Entre ellas, hay que destacar el Centauro de Los Royos. Esta figura helena, fabricada en cobre, se remonta a la primera mitad del siglo VI a.C. y fue hallada en Los Royos, una pedanía de Caravaca de la Cruz, por Eulogio Saavedra y Pérez Meca.

En 1897 el lorquino donó la pieza al Museo Arqueológico Nacional,  y en ese mismo año la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos dio a conocer este descubrimiento al resto del mundo. La figura, que mide 11’20 centímetros, es un testimonio vivo de las relaciones comerciales que existieron entre el pueblo íbero y el griego durante la Antigüedad.

En el siglo VI a.C. los íberos estaban asentados en el sur de la Península Ibérica y en la zona de lo que actualmente conocemos con el nombre de Caravaca de la Cruz. En concreto, el área de Los Royos era un lugar propicio para que este grupo se estableciese allí en pequeñas explotaciones agropecuarias, porque había numerosos nacimientos de agua y esto beneficiaba a la agricultura y a la ganadería.

En cuanto al análisis del Centauro de los Royos, cabe destacar que pudo ser un regalo para el príncipe o aristócrata que dominaba el territorio en aquella época. Destaca su barba de corte báquico, mientras que su cabello da sensación de movimiento y en su rostro se aprecia una pequeña sonrisa, algo curioso por el carácter huraño que suelen tener los centauros en sus representaciones.

 

 

Fuentes:

www.man.es

revistas.um.es

www.regmurcia.com

arte.laguia2000.com

www.elpensante.com