VICISITUDES DEL CONVENTO DE SANTA CLARA DE CARAVACA

Es de sobra conocido y documentado que Caravaca de la Cruz ha sido (y es) el destino religioso histórico de la Región, antiguo Reino, de Murcia. Desde las concesiones del papa Clemente VII en el siglo XIV, Caravaca ha sido lugar de peregrinación, adonde miles de viajeros y penitentes arribaban para expiar sus faltas en presencia de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca. Y sin embargo, el peregrino del camino no era el único atraído por la reliquia caravaqueña. Un buen número de órdenes religiosas pusieron su mirada en la villa caravaqueña, demandante de una fuerte asistencia espiritual, y se instalaron es esta tierra, habitualmente patronazgo mediante de casas nobles e hidalgas de la villa, que eran acaso las primeras interesadas en el establecimiento de conventos y monasterios. No en vano era firme creencia que sepultarse en suelo consagrado “facilitaba” el tránsito a la vida eterna, pues como dice el evangelio de Lucas ‘es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios’, y pocas cosas limaban más esas “asperezas” entre el Reino de los Cielos y la nobleza que gastar una buena fortuna en ser el mecenas de las órdenes religiosas a cambio de enterrarse en su suelo (despojados de toda vestidura ostentosa, eso sí).

En total fueron seis las fundaciones que abrieron casa de religión en Caravaca, algunas tan célebres como la teresiana San José de las Carmelitas Descalzas o el Colegio de la Compañía de Jesús. En esta ocasión vamos a sacar el anecdotario del monasterio de Santa Clara, de orden franciscana, una de las pocas casas que felizmente aún está habitada por comunidad religiosa.

Las Clarisas y la ermita que nadie quería.

Queda estipulado que el establecimiento de Santa Clara fue en 1609, lo cual nos dejaría a esta fundación fuera del siglo anterior, cuando se abrieron todas las demás. Sin embargo la licencia real para su apertura se concedió en 1582, por lo que en un ejercicio de generosa flexibilidad podríamos encuadrarla junto con las otras cinco en el siglo XVI.

Como solía ser lo más habitual, esta fundación contó con el apoyo de la nobleza local, que contribuyó con bienes o fondos a la apertura. En el caso que nos ocupa, se cita a dos patronos: doña Catalina de Robles, que aportó la nada desdeñable suma de 1500 ducados, y don Ginés de Perea, familiar del Santo Oficio, quien les legó una casa que pudieran usar en la fundación conventual. A ello se le sumó la muy citada a lo largo de este siglo ermita de San Bartolomé, cedida por el concejo caravaqueño. Esta ermita tuvo poca fortuna en su devenir, pues el consistorio local, daba la impresión, deseaba “colocarla” y librarse de ella, cosa que fue francamente complicado. Este pequeño edificio fue cedido primeramente a los Franciscanos, que nunca llegaron a ocuparlo; a lo que siguieron los Jesuitas, quienes la habitaron durante algunos años en la primitiva ubicación del Colegio (situado en la calle homónima) hasta que rogaron deshacerse de ella y cambiar de sitio por ser San Bartolomé demasiado pequeña y antigua y precisar un templo mayor (Nuestra Señora de la Anunciación, finalmente, la que hoy bien conocemos y podemos visitar). A la sazón, el consistorio entregó la pequeña y deteriorada San Bartolomé a las hermanas de Santa Clara, quienes no parecían en disposición de rechazarla y hubieron de apañárselas con ella. Las clarisas hubieron de abordar la reforma y ampliación de la ermita casi un siglo después, lo cual les trajo no pocos quebraderos de cabeza…

La reforma del templo que los llevó a la cárcel.

El historiador caravaqueño Agustín Marín de Espinosa, en su ‘Memorias para la historia de la ciudad de Caravaca’ de 1856 describía el convento de Santa Clara como “lugar húmedo y triste”. Las hermanas clarisas nunca disfrutaron de “obra nueva” en su convento, llevando a la idea de que sus edificios eran antiguos y presentaban los problemas propios del tiempo en un inmueble. Acaso la primera gran reforma que acometieron las hermanas fue la ampliación de su vieja iglesia, pues San Bartolomé ya rozaba el límite de la inoperancia para las monjas entrado el siglo XVIII.

Para la ampliación del templo contaron con los servicios de un maestro alarife lorquino de nombre Manuel Serrano. Este maestro, conjeturamos, tenía un criterio sustancialmente distinto al de las clarisas en cuanto al proyecto de reforma a abordar. Las hermanas, muy celosas del procedimiento legal, firmaron con Serrano un contrato en que se estipulaba qué deseaban exactamente y a cuánto ascenderían los honorarios del maestro alarife. Sin embargo, Serrano, por razones conjeturamos muy subjetivas, altera notablemente el proyecto aprobado por las clarisas, tomando más terreno del debido en esa ampliación, debiendo invadir la propiedad de otras casas de alrededor, y causando en consecuencia un sobrecoste inasumible por las hermanas. Las Claras hubieron de pleitear contra Serrano, fallando la judicatura contra él, y llevándolo a los calabozos.

Privadas de alarife que les llevara la reforma del convento, las hermanas de Santa Clara acudieron a otro maestro de renombre: José Vallés, quien participó en la antigua Colegial de San Patricio de Lorca. Siendo este maestro consciente del destino de su predecesor, planteó la ampliación de la iglesia de una forma más imaginativa: si no se podía ampliar hacia delante, se tendría que hacer hacia arriba. Vallés diseñó una nueva cabecera tal que montara sobre la calle posterior del convento, la del Mercado, hoy conocida como Calle Colegio, disponiendo de esta forma un presbiterio más elevado de lo habitual desde donde tener una mejor perspectiva de la feligresía presente. A las hermanas les agradó la propuesta; no así a sus vecinos. Algunos residentes del barrio no vieron con buenos ojos la “invasión” del testero de las Clarisas a la Calle del Mercado, por lo que presentaron demanda contra José Vallés y se le llevó a presidio junto con su hijo, que le asistía en la obra. En esta ocasión las Clarisas pelearon por su maestro cantero y apelaron el castigo, alegando entre otras cosas que la calle sobre la que montaba su iglesia era “… la más inservible de la villa…”, por lo que el perjuicio causado era mínimo. Finalmente las autoridades dieron por buenos los argumentos de las monjas y liberaron al maestro e hijo, concluyendo la obra y dando lugar a lo que hoy conocemos como el túnel de las monjas, de tan infausta presencia para los inadvertidos conductores de vehículos sobre cuatro ruedas.

Casi acabada las obras de ampliación del convento, parecía que no habría más tragos duros para las hermanas. Sin embargo, aún les quedaba uno por pasar.

Una revolución y una exclaustración.

En 1869 estalló la Revolución Gloriosa, levantamiento militar que llevaría al destrono de Isabel II y los posteriores reinado de Amadeo I y Primera República. Semejante sacudida política y social vino acompañada de una tremenda crisis económica, lo que obligó a la Diócesis de Cartagena a cerrar algunos monasterios. El delegado de religiosas, hermano del Carmen, viéndose en la tesitura de tener que despojar a las Descalzas o a las Clarisas de su casa, clamó aquello de “qué dedo me corto que no me duela la mano”. Finalmente con todo su dolor decidió exclaustrar a las Clarisas, que se vieron en la calle y su convento, clausurado.

Afortunadamente, sus hermanas en la Fe, las Carmelitas, no permitieron que las Clarisas estuviesen desamparadas, y les ofrecieron compartir su Convento de San José con ellas, a pesar de que debía estar a máxima capacidad (en torno a 20 hermanas) y a sabiendas de las estrecheces que tendrían que afrontar, amén de las diferencias doctrinales de su clausura.

Seis años convivieron las Clarisas con las Carmelitas en la casa de estas, sin trascender información precisa de cómo fue esa estancia. Como tímido testimonio, nos quedan unos versos dedicados a las hermanas de Santa Clara, escritos por una de las Carmelitas, cuando en 1875 las primeras regresaron a su casa gracias a las presiones populares. Dicen así:

Las hijas de Santa Clara

regresan a su convento,

y quedan las Carmelitas

llenas de pena y contento.

Llenas de pena se quedan

al perder tantos ejemplos

como vieron en las Madres

en tan amargos sucesos.

También dije de contento

en la última dicción,

de contento porque triunfa

nuestra Santa Religión.

Andad con Dios, Madres mías;

pero antes sí que os ruego

me perdonéis cuando visteis

en mi mal domado genio.

La paz y la caridad

reine en nuestros monasterios

y agrademos al Esposo

que es el deber que tenemos”.

Las convivencia nunca es sencilla, como la propia Carmelita deja caer en sus versos.

El Convento de Santa Clara en 2024.

Actualmente, el Convento de Clarisas es la única fundación femenina antigua que pervive con comunidad de religiosas en Caravaca; de todos es conocida la crónica falta de vocaciones que atraviesan la mayoría de órdenes. En el caso que nos ocupa, las hermanas que ocupan Santa Clara mantienen la fundación con buena salud, habiéndose restaurado parte del edificio y fachada de la iglesia, la cual puede visitarse cada mañana. También son populares los dulces que elaboran las Clarisas en su obrador y que ponen a la venta en el torno, siendo de una calidad exquisita y de precio ajustado.

También, como es tradicional, no faltan novias que llevan huevos a las Clarisas para procurarse buen clima en el día de su boda; y son estas hermanas las que se encargaron de elaborar la Bandeja de Flores con la que se ofrenda a la Cruz de Caravaca en su esplendoroso 2 de mayo, labor que recaía en las Carmelitas antes de su marcha.

En definitiva, y tras más de 400 años de discreta presencia, las hermanas de Santa Clara mantienen viva una gran y antigua fundación caravaqueña; y si uno es respetuoso y entra con la actitud adecuada, aún pueden verse a las Clarisas tras la verja, en su clausura, mientras oran en la iglesia en presencia del Santísimo.

FUENTES:

  • – ‘Historia de Caravaca de la Cruz’. Juan Manuel Villanueva
  • – ‘Apuntes para una historia de Caravaca’. Juan Manuel Villanueva
  • – ‘Memorias para la Historia de la Ciudad de Caravaca’. Agustín Marín de Espinosa.
  • – Portal web ‘Región de Murcia Digital’
Semana Santa de Caravaca de la Cruz 2024. Información de interés.

Semana Santa de Caravaca de la Cruz 2024. Información de interés.

Programa de Actos y Celebraciones.

Horarios de Semana Santa 2024. Equipamientos Turísticos.

Punto de Información Turística, Museo de la Vera Cruz y Museo de los Caballos del Vino:

Jueves Santo y Viernes Santo: 10:00h. a 14:00h. / 16:30 a 19:30h.

Sábado de Gloria: 10:30h. a 14:00h /16:30h. a 19:30h.

Domingo de Resurrección: 10:30h. a 14:00h.

Museo de la Fiesta y Arqueológico:

Jueves Santo y Viernes Santo: 10:00h. a 14:00h.

Sábado de Gloria: 10:30h. a 14:00h./16:30h. a 19:30h.

Domingo de Resurrección: 10:30h. a 14:00h.

Museo de la Música Étnica de Barranda:

Jueves Santo y Viernes Santo: 10:00h. a 14:00h.

Sábado de Gloria: 10:30h. a 14:00h./16:30h. a 18:30h.

Domingo de Resurrección: 10:30h. a 14:00h.

Centro de Interpretación de la Naturaleza. (Fuentes del Marqués):

Jueves Santo y Viernes Santo: 10:00h. a 14:00h.

Sábado de Gloria y Domingo de Resurrección: 10:30h. a 14:00h.

Museo Carrilero (Precisa reserva previa)

Embelleciendo la ciudad de la Cruz

Embelleciendo la ciudad de la Cruz

Caravaca de la Cruz se suma a la moda del street art con un nuevo recurso turístico, un mural de gran formato situado en el barranco de San Jerónimo. El Ayuntamiento continúa desarrollando su objetivo de dignificar espacios y rincones de la ciudad a través de dicho arte urbano. Se trata de una iniciativa incluida en el Plan de Sostenibilidad Turística “Camino a Caravaca 2024”, integrado por una veintena de actuaciones con los que el municipio se prepara para el próximo año jubilar.

El autor de esta obra es el lucense Diego Anido Seijas, conocido artísticamente como Diego As. Es actualmente uno de los artistas urbanos con mayor proyección internacional. Su especialidad es el realismo de sus obras y gracias a ello la plataforma Street Art Cities le otorgó en 2021 el premio “Mejor Grafiti del Mundo” por la obra dedicada a Julio César en la ciudad de Lugo, hecho que implicó el punto de inflexión en su carrera. A partir de ahí ha realizado destacadas intervenciones en ciudades como Oviedo, Málaga, Madrid, Barcelona o Granada.

Diego As ha señalado que la intención de dicha obra es “salir de lo convencional para sorprender al caminante”, ya que se trata de un gran mural que pretende dar la bienvenida a los peregrinos que accedan a la ciudad a pie o en bicicleta por el Barranco de San Jerónimo, donde confluyen los caminos de peregrinación de la Cruz. Además, el lugar escogido está muy próximo al futuro Centro de Recepción de Visitantes.

Autor explicando su obra

La obra, realizada con pintura plástica y espray, hace alusión a la leyenda de la Aparición de la Vera Cruz, representa y tiene como protagonista a un ángel querubín protegiendo el camino hacia la Basílica de la Cruz de Caravaca, adornado con un fondo de nubes celestiales donde se aprecia un segundo querubín acompañando a la Vera Cruz.

Fuentes:

https://diegoas.com

www.elprogreso.es

www.laverdad.es

www.laopiniondemurcia.es

Caravaca de la Cruz, un destino seguro y abierto a todos.

Caravaca de la Cruz, un destino seguro y abierto a todos.

Tras estos meses de abligada parada motivada por la pandemia del Covid-19, el turismo en Caravaca de la Cruz reinicia su marcha con la suerte de formar parte de una comunidad autónoma que es de las menos afectadas y, por supuesto, con todas las medidas de seguridad para los visitantes.

Los que tengan pensado venir a nuestra ciudad se encontrarán con la Oficina de Turismo ya abierta (de lunes a viernes: 10-14.30 y 16.30-19.30; sábados: 10.30-14 y 16.30-19.30, y domingos y festivos: 10.30-14 h.). Asimismo con un Punto de Información Turistica de refuerzo habitualmente abierto de lunes a viernes.

También encontrarán los principales museos de la ciudad abiertos: Museo de la Stma. y Vera Cruz, Museo de los Caballos del Vino, Museo de la Fiesta y Museo de la Música Étnica, este último en la pedanía de Barranda.

Por supuesto, podrá visitar el famoso santuario de la Sta. y Vera Cruz, conocer otros edificios religiosos sobresalientes, como la iglesia de El Salvador, La Concepción, Ntra. Sra. del Carmen, el Templete, etc.; su impresionante patrimonio civil: el Ayuntamiento, Plaza de Toros, las numerosas casonas blasonadas de la nobleza local, rincones con encanto de su casco antiguo, más de una docena de esculturas en calles y plazas que hacen de la ciudad un verdadero museo al aire libre; descubrir los muchos rincones que albergan restos arqueológicos, degustar su rica y variada gastronomía, sin olvidarnos, eso sí, del privilegiado entorno natural en el que se asienta el municipio, del que destaca por mérito propio el bellísimo pareje de Las Fuentes del Marqués, donde vegetación y agua juegan ante nuestros sentidos.

Y por si todo esto no fuera suficiento, ya están listos los ‘Pasaportes Culturales’, que @TurismoCaravaca repartirá entre hoteles, hospederías y alojamientos a las primeras 500 personas que pernocten en nuestro municipio y que dan acceso gratuito a la Red de Museos


#CaravacaTeEspera
#TurismoCaravaca

Las pinturas de la ermita de San Sebastián de Caravaca

Hoy vamos a dedicar nuestro blog de turismo a la ermita de San Sebastián, popularmente conocida como ermita del Santo, advocacióna la que se invocaba para que librara de las epidemias. Señala la tradición que en el año 680 Roma estaba infectada de la peste y sus ciudadanos construyeron un altar con la imagen de este santo en la basílica de San Pedro a la que iba la gente a invocarle cesando aquella epidemia.

La ermita fue edificada a principio del siglo XVI, construida con materiales pobres como argamasa de cal y techumbre de madera. De una sola nave, plata rectangular y cubierta de madera a dos aguas que descansa sobre tres arcos diafragma apuntados. Su artesanado de madera está recubierto por fuera con teja árabe y pequeña espadaña. Posee presbiterio y coro alto, quedando así la iglesia dividida en tres planos.

A comienzos de 1992 se descubrieron en la citada ermita durante unos trabajos de rehabilitación arquitectónica unas pinturas murales tardogóticas situadas en el muro de la cabecera y bajo una serie de estratos de enlucidos posteriores a modo de retablo, formando un conjunto de gran interés por sus dimensiones y por la configuración que aparece en las mismas. Como curiosidad decir que la advocación de San Sebastián que aparece no es la iconografía a la que estamos acostumbrados de joven efebo atado a un árbol, y asaeteado, sino la de un caballero con los atributos del santo: saetas y carcaj.

San Sebastián

Actualmente el inmueble es propiedad del Ayuntamiento y en ella tiene su sede la Agrupación Musical “Caravaca de la Cruz”, siendo asimismo el lugar de “descanso de los gigantes de Caravaca que en las fiestas patronales hacen acto de presencia al grito de la chiquillería de “Gandules, gandules”.

Fuentes:

www.laprovincia.es/gran-canaria

www.aciprensa.com

Memorias de Patrimonio. Intervenciones en el Patrimonio Histórico de la Región de Murcia. Inmuebles, Muebles y Etnografía. 1992-1993. Editora Regional de Murcia.

Misa de bendición de los niños nacidos en el 2019 por la Stma. y Vera Cruz.

El próximo domingo día 2 de febrero tendrá lugar en el Santuario de la Stma. y Vera Cruz de Caravaca la tradicional misa de bendición de los niños nacidos durante el 2019 y su presentación a la patrona de la Ciudad.

Es importante recordar que para obtener el diploma recordatorio de este día es necesario inscribirse personalmente en las Oficinas de la Cofradía situadas en la Calle de las Monjas.

El teléfono de información de la Cofradía de la Vera Cruz para cualquier consulta es el 968 70 75 28

Santa Teresa de Jesús

“Es muy necesario también que comencéis con gran seguridad en que, si peleáis con ánimo y no os dejando vencer, que saldréis con la empresa; esto sin ninguna falta: por poca ganancia que saquéis, saldréis muy rico.”

Teresa de  Cepeda Dávila y Ahumada, más conocida como Teresa de Ávila o Santa Teresa de Jesús nació un 28 de marzo de 1515 en Gotarrendura (Ávila) en el seno de una familia acomodada. Fue una niña con mucha imaginación, la cual alimentaba con la lectura de los romanceros que su padre poseía, y muy devota. Con seis años convenció a su hermano Rodrigo, un año mayor, de viajar al sur, a tierras musulmanas, para que les cortasen la cabeza. Un tío de ambos los encontró y los devolvió a sus padres, entonces acordaron hacerse eremitas y se construyeron una cabaña en los terrenos pertenecientes a la huerta familiar.

A Teresa le gusta la figura de la mujer que aparece reflejada en las novelas que lee, le agrada arreglarse y coquetear, e incluso tiene un pretendiente, uno de sus primos. Su padre no aprueba está relación y cuando la madre de Teresa fallece, la ingresa en el colegio de Gracia, regido por agustinas, a la edad de trece años. Aunque la muchacha añora su vida anterior, tampoco le disgusta el régimen severo que lleva en el colegio, que fomenta su ya temprana vocación, pero no está convencida de tomar los hábitos. Será una amiga de ella, quién sí que los ha tomado, la que acaba de convencerla, así que en 1535 y con la oposición de su padre, ingresa en el convento de la Encarnación de Ávila. Pero en su primer año de estancia allí, se ve afectada por una cardiopatía y otras molestias que hacen que su salud se vaya deteriorando, así que tras dos años de ingreso, su padre la saca de la institución y la lleva a casa de su hermana mayor: María. La joven no mejora, estando cuatro días inconsciente, lo que le provoca una parálisis que durará dos largos años.

En 1539 regresa al convento de la Encarnación, aún no ha recuperado totalmente la movilidad por lo que no puede valerse por sí misma. En ésta época los conventos no eran de clausura, que se impondrá en 1563, así que Teresa goza de una vida conventual muy relajada, recibiendo numerosas visitas y participando de frecuentes actos mundanos. Aunque  pensaba que esta libertad no era muy conveniente para las monjas, no hizo nada por plantear un cambio, pues ella disfrutaba de este régimen abierto.

Desencantada, va dejando de lado la oración paulatinamente, no reaccionará hasta que se suceda el fallecimiento de su padre. Desesperada ante todos estos acontecimientos, acude a rezarle a un crucificado llagado, pidiéndole fuerzas para continuar con su vida de monja y no ofenderle. Teresa intenta enmendar su comportamiento dejando el trato con seglares y las prácticas mundanas, empieza la lectura de las Confesiones de San Agustín y se confiesa con Juan de Prádanos, fundador de un colegio de la Compañía de Jesús en Ávila. Es entonces cuando comienzan las visiones y los estados de abandono de su cuerpo, que se alternan con periodos de la más absoluta tranquilidad. En 1558 tiene su primera visión del Infierno, la cual le aterra, y en 1560 hace voto de aspirar a la perfección, así que animada por otros religiosos, resuelve llevar adelante la reforma de la Orden del Carmen, recordemos que esta orden mendicante fue fundada en el Monte Carmelo, en Tierra Santa, en el siglo XIII.

Habiendo recibido dinero de uno de sus hermanos que estaba en Perú se decide a realizar su primera fundación en Ávila: el convento de San José. Teresa quiere un monasterio que siga la más estricta observancia, es decir, la obligación por la pobreza, la soledad y el silencio. Durante su proyecto se producen numerosos altibajos que hacen que se retire a su celda de la Encarnación, viéndose impotente ya que nada puede hacer para que su  cometido se acelere. Son doña Guiomar de Ulloa y el Padre Ibáñez los que interceden por ella en Roma, logrando así el permiso de la máxima autoridad religiosa para que comiencen las obras del convento. En este tiempo Teresa se ha visto obligada a viajar a Toledo, con ella lejos, los trámites para la consolidación del monasterio de San José de Ávila van progresando poco a poco. Regresará a Ávila una vez que se ha obtenido del Papa una bula para levantar el convento.

En agosto de 1562 se abrió el edificio, tomando hábito cuatro novicias en la nueva Orden de las Carmelitas Descalzas, el alboroto fue tal, que durante el año siguiente la Santa se vio obligada a regresar a la Encarnación abandonando a las cuatro novicias. Más tarde volverá al pequeño convento de San José dejando atrás su cómoda celda de la Encarnación. La convivencia entre las cuatro novicias y Teresa es buena, ya que las cinco ostentan el mismo nivel, puesto que la fundadora no quiso que se la tratara como una superior, así que dormían en un jergón de paja, llevaban sandalias de cuero o de madera, consagraban ocho meses al ayuno y se abstenían de comer carne.

Esta reforma promovida por Santa Teresa y en la rama masculina por San Juan de la Cruz, progresó con rapidez, a pesar de los escasos recursos que tenía. En 1567 el general del Carmen, el padre Rossi, visitó el convento de San José y autorizó a Teresa a que se fundaran nuevos establecimientos para mujeres y dos para hombres. En los años siguientes se inauguraron conventos en: Medina del Campo, Malagón, Valladolid, Toledo, Pastrana, Salamanca, Alba de Tormes, Segovia, Beas de Segura, Sevilla, Caravaca de la Cruz, Villanueva de la Jara, Palencia, Granada y Burgos, este último, en el mismo año del fallecimiento de la Santa. Además del masculino de Duruelo (1568).

Durante los años que duraron las fundaciones (1562-82) se enfrentó a la Inquisición en varias ocasiones, una de ellas por culpa de la Princesa de Éboli, que quiso convertirse en religiosa del convento de Pastrana bajo el nombre de sor Ana de la Madre de Dios, siguiendo un estilo de vida muy alejado de lo que la orden predicaba. Teresa envió a sus monjas al convento de Segovia, abandonando el de Pastrana, despechada Ana de Mendoza la denunció a la Inquisición por su obra autobiográfica: “Libro de su Vida”. También fue tres años priora del convento de la Encarnación de Ávila y tuvo que hacer frente a las disputas entre los carmelitas descalzos y los calzados, que comenzaron con la primera fundación de un convento de descalzos en Andalucía sin permiso de la máxima autoridad carmelita andaluza.

Los últimos años de su vida los pasó aquejada de enfermedades, se rompió un brazo en una caída, padecía dolencias cardiacas y sufrió una nueva parálisis pero continuó con su labor fundacional.  Cuando regresaba de Burgos, enferma y agotada, la Duquesa de Alba la requiere en Alba de Tormes, es allí donde fallece, en brazos de Ana de San Bartolomé, la monja que hacía las labores de secretaria de la Santa, el 4 de octubre de 1582 (calendario Juliano). Con el cambio al calendario Gregoriano el día de su fallecimiento pasó a ser el 15 de octubre, que es cuando se celebra su festividad. Fue sepultada en el convento de la Anunciación de Alba de Tormes, con muchas precauciones para evitar el robo de su cuerpo.

Nueve meses después se abrió el ataúd, comprobándose que el cuerpo estaba entero, no así los ropajes, se le cortó una mano, de la que el Padre Gracián le cortó el dedo meñique, para enviarla a Ávila. Reunido el capítulo de los descalzos, se acordó que todo el cuerpo de la Santa debía descansar en el convento de San José en Ávila, por lo que el 25 de noviembre de 1585 fue exhumado su cadáver para trasladarlo a la sala capitular del convento, quedando en Alba un brazo. Enterado de esto el duque de Alba, envió sus quejas a Roma y en 1586 volvió a Alba por orden del  Papa Sixto V, hallándose el cuerpo incorrupto. En 1598  se alzó el sepulcro, en 1616 se colocó su sepulcro en la capilla Nueva y en 1670 el cuerpo incorrupto de la Santa fue metido en una caja de plata. No volvió a trasladarse el cuerpo, pero sí que se abrió una y otra vez para sacar reliquias de la Santa: el pie derecho y la parte superior de la mandíbula fueron a Roma, la mano izquierda a Lisboa, el ojo izquierdo y la mano derecha a Ronda, decir que es ésta mano la famosa mano que Franco tenía en su poder; el brazo izquierdo y el corazón en relicarios en el museo de la iglesia de la Anunciación de Alba, en cuyo altar descansa lo que queda del cuerpo de la Santa; un dedo en Paris, otro en Sanlúcar de Barrameda, el resto desperdigados por la geografía española,…

Cuando muere aún quedaban muchos cometidos pendientes, que no la había dado tiempo a realizar: como era el separar las órdenes de descalzos de los calzados, sin haber efectuado una fundación en Madrid, sin publicar ninguno de sus escritos y como no, con la duda de cuánto podrían aguantar sus fundaciones el régimen que se les había impuesto. Pero el Padre Gracián fue un fiel continuador de su obra y quién inspirándose en las prédicas de la Santa fue el creador de las primeras generaciones teresianas.

-OBRA-

En lo referente a su obra escrita, Teresa falleció sin haber publicado ninguno de sus textos, que tanto le costaba escribir. Entre los documentos redactados de su propio puño contamos con innumerables cartas, poemas y anotaciones. Sus obras maestras son fruto de la obediencia a sus superiores, que veían más interesante que escribiera sus experiencias y sus enseñanzas. Fue vigilada por la Inquisición temiendo que sus escritos estuvieran en la misma corriente que los de otros religiosos y que provocasen un Cisma de Fe. Pero ella era su peor censora, ya que destruyó algunos de ellos, como las “Meditaciones sobre El Cantar de los Cantares”. Sus textos son considerados como magníficas contribuciones a la literatura mística y devocional, sus versos son fáciles, de estilo ardiente y apasionado, nacidos del amor ideal que brotaba de su interior. Entre sus obras didácticas destacamos: “Libro de la Vida” escribe un primer manuscrito en 1562, hoy día perdido, y en 1565 lo reescribe basándose en el texto inicial, se trata de una autobiografía tanto espiritual como externa de la Santa, el original lo alberga la biblioteca del Monasterio de San Lorenzo del Escorial; “Camino de perfección” también con dos ejemplares de años diferentes, 1562-64, se trata de una guía de espiritualidad para las monjas del convento de San José, uno está en El Escorial y otro en Valladolid; “Conceptos del amor de Dios” y “El Castillo Interior” (o “Las Moradas” de 1577) guía espiritual a través del servicio y la oración; el “Libro de las relaciones” una descripción de la vida contemplativa (1579); el “Libro de las fundaciones”(1573–1582) en donde relata la reforma del Carmelo y la fundación de varios monasterios; el “Libro de las constituciones” (1563) legislación para el ideal de la nueva forma de vida carmelita.

Otras obras son: “Meditaciones sobre los cantares” la Iglesia no permitía redactar las Sagradas Escrituras en lengua romance, por lo que su confesor le mandó quemar los dos manuscritos que hizo, pero aunque no se conservan los originales, sí que hay copias de los mismos; “Exclamaciones del alma a Dios” se conservan copias de lo que es un diálogo directo y continuo con Dios; “Visita de descalzas” en donde la Santa ofrece consejos y sugerencias a los que inspeccionaban los conventos; “Desafío espiritual” respuesta que da Teresa a un reto a lo divino que recibe desde el monasterio de Pastrana; “Vejamen” estando en oración le escuchó la frase:  Búscate en mí, preguntó por su significado a Salcedo, Julián de Ávila y Juan de la Cruz, aquí se recoge la respuesta que dio Teresa a las interpretaciones que le dieron los religiosos, desde un punto de vista festivo.

De su Epistolario se han conservado unas  451 cartas y 24 fragmentos que no pueden fecharse, aunque se estima que escribió entre 10.000 y 25.500. Lo más interesante de ellas es que nos muestran la vida íntima de Teresa, sus alegrías y sus penas, la evolución que la Santa sufre a medida que su nueva orden va creciendo, etc.

Su vida fue el fiel reflejo de lo que predicaba a sus monjas, que la oración les daría fuerzas para ayudar a los demás. Jamás se apartó de los sucesos mundanos, lo que hizo que se entregara con mayor energía a las tareas que le eran encomendadas.

En 1614 Pablo V la beatifica, en 1622 es canonizada por Gregorio XV, en 1626 las Cortes de Castilla la nombraron copatrona de los Reinos de España, pero los partidarios de Santiago Apóstol lograron revocar el acuerdo, en 1627 fue designada para patrona de España por Urbano VII, en 1922 fue nombrada Doctora honoris causa por la Universidad de Salamanca y posteriormente fue designada patrona de los escritores, en 1963 se le otorgó el título honorífico de Alcaldesa de la Villa de Alba de Tormes, y no será hasta 1970 bajo el papado de Pablo VI, cuando la Iglesia como institución reconozca a la abulense como Doctora de la Iglesia Universal.

Fuente: Rutas con historia

IV Ciclo Teresiano de Caravaca de la Cruz

El ciclo tendrá lugar los días 3, 10, 16 y 24 de octubre en la iglesia de San José del antiguo convento de las Carmelitas Descalzas

El profesor y carmelita Secundino Castro, catedrático de la Universidad de Comillas, ofrecerá la conferencia ‘Teresa de Jesús, maestra y discípula de la Palabra’

El comisario artístico y galerista Nacho Ruiz hablará sobre ‘Místicos: arquitectura y razones de un proyecto’, la exposición que se celebró en Caravaca entre septiembre de 2018 y enero de 2019

Un concierto de música del Renacimiento español y una lectura compartida de obras de Santa Teresa a cargo de jóvenes estudiantes de Bachillerato y miembros del Club de Lectura de la Biblioteca Municipal completan el programa

El IV Ciclo Teresiano de Caravaca de la Cruz, organizado conjuntamente por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento y la comunidad de Carmelitas Descalzos, se celebrará los días 3, 10, 16 y 24 de octubre en la iglesia de San José del antiguo convento de las Carmelitas Descalzas, en la calle Mayor.

El ciclo, según ha explicado el concejal Juan Manuel de León, tiene como objetivo profundizar en el conocimiento de Teresa de Jesús, Santa, escritora y reformadora de la Orden del Carmen universalmente conocida, cuya vinculación con Caravaca viene a través del convento de clausura que fundó en 1576. “A raíz de la celebración del V centenario del Nacimiento de Santa Teresa, en 2015, y la entrada de Caravaca en la Red de Ciudades Teresianas, comenzó a ponerse en valor de forma más notoria la relación de la santa con nuestra ciudad y a organizarse actividades, que profundizan en diferentes aspectos de la santa y de la cultura del siglo XVI”, ha declarado de León.

Fundaciones de Santa Teresa en España

El profesor y carmelita descalzo Secundino Castro, catedrático emérito de la Universidad Pontificia de Comillas, inaugurará el ciclo con la conferencia ‘Teresa de Jesús, maestra y discípula de la Palabra’, el jueves 3 de octubre, a las 20.30 horas. El prior de los Carmelitas de Caravaca, fray Pascual Gil, ha explicado que Castro es uno de los mejores especialistas en la vida y la obra de Santa Teresa y también de San Juan de la Cruz.

El jueves 10 de octubre, también en la iglesia de San José, se llevará a cabo una lectura de fragmentos de obra en prosa y también en poesía de Santa Teresa a cargo de componentes del taller de lectura y escritura de la Biblioteca Municipal y de estudiantes de Bachillerato.

El concierto ‘Glosas y danzas. Retórica en la música en diálogo entre flauta y sacabuche’ se celebrará el miércoles 16 de octubre, con un repertorio basado en la música española e italiana del Renacimiento y barroco temprano. La formación musical ‘Concierto Ibérico’, fundada en 2017, está compuesta en la actualidad por los músicos Olga Rodón, Juan González y Lea Suter, será la encargada de ofrecer este recital.

El IV Ciclo Teresiano será clausurado el 24 de octubre por el comisario de la exposición ‘Místicos’ y doctor en Historia del Arte Nacho Ruiz, quien acercará a los asistentes la génesis, la materialización y los ecos posteriores de la exposición que, dedicada al mundo de la mística con especial énfasis en la relación de Caravaca con San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, se celebró en la antigua iglesia de la Compañía de Jesús entre los meses de septiembre de 2018 y enero de 2019. Casi 40.000 personas visitaron esta exposición.

         Todas las actividades programadas por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Caravaca y los Carmelitas Descalzos dentro de este Ciclo Teresiano darán comienzo a las 20.30 horas, en la iglesia de San José de la calle Mayor, con entrada libre.

Solemne Quinario de la Exaltación de la Stma y Vera Cruz de Caravaca 2019

La Real e Ilustre Cofradía de la Stma. y Vera Cruz de Caravaca, se complace en invitarles, al SOLEMNE QUINARIO en Honor a la Santísima y Vera Cruz, que se celebrará durante los días 10 al 14 de septiembre actual, en especial el día 14, a las 19 horas, a la Solemne Eucaristia y posterior Procesión, presidida por el Excmo. y Rvdmo. Monseñor D. Jose Manuel Lorca Planes, Obispo de la Diócesis de Cartagena.



El próximo día 14 de septiembre, desde las 9 de la mañana hasta las 4 de la tarde, quedará expuesta la Stma. y Vera Cruz de Caravaca en su Basílica-Santuario para que todas aquellas personas interesadas puedan asistir a su VENERACIÓN.

Pedro Antonio López, Cristiano del Año 2020.

Pedro Antonio López, Cristiano del Año 2020.

Si la semana pasada compartíamos con gran alegría el nombramiento otorgado como  “Cofrades del Año” 2020, a los sacristanes de la Real-Basílica Santuario, hoy venimos a anunciaros con enorme satisfacción quien ha sido designado por parte del Bando Cristiano, para este mismo periodo, como “Cristiano del Año”, en este caso reconocimiento más que merecido para una persona que, aunque joven de edad, ya lleva tres décadas colaborando como festero de Caravaca de la Cruz.

Pedro Antonio López Sánchez, cuyo nombramiento fue aclamado por unanimidad, ha participado en la filas de los Infantes de Navarra, Almogávares de Aragón y hasta su disolución con el grupo Caballeros de Castilla, actualmente milita en el grupo de los Nobles Aragoneses y a buen seguro guarda un grato y emocionado recuerdo de los tres años en los que dirigió las filas cristianas como Rey, junto a la que fuera su reina Lali Juárez.

Pedro Antonio y Lali Juárez, Reyes Cristianos, junto a los Sultanes Moros
Años 2006-2007 y 2008.

Como buen amante de la cultura, de la historia y del arte ha diseñado y ayudado a confeccionar un gran número de atuendos festeros, labores que ha sabido combinar con los cargos que ha ido ocupando al servicio de Comisión de Festejos y de la Real e Ilustre Cofradía de la Vera Cruz.

Pedro Antonio acompañando a Reyes Cristianos en las Fiestas Patronales. Foto: Juampe.

Desde Turismo Caravaca queremos darle nuestra más sincera enhorabuena por este más que merecido galardón, por su implicación y trabajo desinteresado por y para las fiestas que se celebran del 1 al 5 de mayo en honor a su querida Patrona, la Stma. y Vera Cruz.

Pedro Antonio López Sánchez.
Cristiano del Año 2020.

Fuentes:

https://soydecaravaca.laverdad.es
https://www.facebook.com/Bando-Cristiano-de-Caravaca