Hoy vamos a dedicar nuestro blog de turismo a la ermita de San Sebastián, popularmente conocida como ermita del Santo, advocacióna la que se invocaba para que librara de las epidemias. Señala la tradición que en el año 680 Roma estaba infectada de la peste y sus ciudadanos construyeron un altar con la imagen de este santo en la basílica de San Pedro a la que iba la gente a invocarle cesando aquella epidemia.
La ermita fue edificada a principio del siglo XVI, construida con materiales pobres como argamasa de cal y techumbre de madera. De una sola nave, plata rectangular y cubierta de madera a dos aguas que descansa sobre tres arcos diafragma apuntados. Su artesanado de madera está recubierto por fuera con teja árabe y pequeña espadaña. Posee presbiterio y coro alto, quedando así la iglesia dividida en tres planos.
A comienzos de 1992 se descubrieron en la citada ermita durante unos trabajos de rehabilitación arquitectónica unas pinturas murales tardogóticas situadas en el muro de la cabecera y bajo una serie de estratos de enlucidos posteriores a modo de retablo, formando un conjunto de gran interés por sus dimensiones y por la configuración que aparece en las mismas. Como curiosidad decir que la advocación de San Sebastián que aparece no es la iconografía a la que estamos acostumbrados de joven efebo atado a un árbol, y asaeteado, sino la de un caballero con los atributos del santo: saetas y carcaj.
Actualmente el inmueble es propiedad del Ayuntamiento y en ella tiene su sede la Agrupación Musical “Caravaca de la Cruz”, siendo asimismo el lugar de “descanso de los gigantes de Caravaca que en las fiestas patronales hacen acto de presencia al grito de la chiquillería de “Gandules, gandules”.
Fuentes:
www.laprovincia.es/gran-canaria
Memorias de Patrimonio. Intervenciones en el Patrimonio Histórico de la Región de Murcia. Inmuebles, Muebles y Etnografía. 1992-1993. Editora Regional de Murcia.