La Prefiesta de Caravaca de la Cruz

Si bien sobre el calendario las fiestas oficiales de la Ciudad van  del 1 al 5 de mayo, lo cierto es que desde hace ya muchos años, el final de la Semana Santa suele marcar la llegada de la efervescencia a la Ciudad de Caravaca de la Cruz con sus ‘Pre fiestas’.

Pero, ¿Cómo comenzó esto de la ‘pre fiesta’ en Caravaca? Bueno, las motivaciones están claras: la impaciencia porque lleguen las tan ansiadas fiestas originó que se creasen estos eventos para ir abriendo boca, a la par que la necesidad de los bandos por conseguir financiación y sanear sus cuentas.

El primer evento pre festero fue el ‘baile del pañuelo’. Era una especie de verbena popular en la que el bando de los caballos del vino, aparte de consumiciones, vendía pañuelos para sufragar sus gastos.

También hay que destacar que la ‘Presentación de las Fiestas’ era un evento para el que se contrataban espectáculos y al que para asistir era obligatorio comprar una entrada. Hemos de recordar que no existían subvenciones para los Bandos y todo se lo tenían que costear los festeros con este tipo de actos.

Más tarde, en el año 1984, al presidente del Bando Moro por aquél entonces, D. Antonio Sánchez López, que contaba con tan sólo 25 años, se le ocurrió la idea de organizar un ‘Baile de la chilaba’, que resultó un auténtico fiasco el primer año, pero que poco a poco comenzó a ser una cita obligatoria. Se celebraba en  el antiguo y recién inaugurado por entonces ‘Pabellón Festero’, que fue construido para dar cabida a todo tipo de actos durante la legislatura de D. Pedro García Esteller Guerrero, tan querido y recordado  por todos los caravaqueños.

Cuadrilla del Ayto construyendo el antiguo Pabellón Festero. 1982

Destacar también cómo durante muchos años, por influencia de este evento, todo el mundo, moro o no, vestía  las típicas chilabas negras, que uno no se quitaba hasta que  prácticamente acababa  la ‘traca’ de fin de Fiestas el día 5.

En vista del éxito del ‘baile de la chilaba’, unos pocos años después el bando cristiano puso en marcha ‘el baile de la maza’, y como respuesta a la ‘chilaba’ se llevaba un ‘balandrán’ –aunque nunca llegó a popularizarse tanto este atuendo-.

Desde hace  unos cuantos años a esta parte, y como una evolución natural de la Fiesta,  los bailes de la chilaba y la maza  pasaron a institucionalizarse y ser bautizados como el día del Moro y el Cristiano respectivamente, aunque  el Bando de los Caballos del Vino ha mantenido su día como el del  ‘Baile del pañuelo’.

Mucho más reciente es la creación del ‘baile del quinto’, una iniciativa que partió de los locales de copas y restauración y que también, como cualquier cosa que ‘huela a Fiestas’ en Caravaca de la Cruz, ha tenido buena acogida.

¡No! No nos hemos olvidado de aquél célebre y desaparecido  CEMOPE que merecerá una entrada aparte en nuestro blog, así como la tradicional ‘Noche de las migas’. No podemos meter todo en la misma entrada porque como el resto de caravaqueños a partir del próximo fin de semana… ¡Debemos dosificarnos!

¡Felices pre Fiestas a todos!