Por La Hermandad de Ánimas de Caravaca de la Cruz.-
La Misa de Víspera de Gozo de Santamaría se toca en Caravaca, siempre el último domingo de adviento. Esta misa de víspera de Gozo nos anuncia el final del adviento y la inmediatez de un tiempo nuevo, el del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Por eso, formalmente, las oraciones musicadas que interpretan los animeros corresponden a una misa de ánimas; terminada la misma se cantan villancicos tradicionales que anuncian el tiempo de Navidad, el tiempo de GOZO de Santamaría, Madre de Dios. Con la misa de Víspera de Gozo irrumpe la Navidad en Caravaca de la Cruz. Este el significado popular que siempre ha tenido. Por ello, algunos han querido ver en esta misa DE VÍSPERA DE GOZO DE SANTAMARÍA una conexión con la MISA DE EXPECTACIÓN, tradición iniciada por los padres del décimo concilio de Toledo (656) que instituyeron la fiesta que se llamó de la Expectación del Parto de María Virgen, y que debía celebrarse ocho días antes de la solemnidad natalicia del Redentor, o sea el 18 de diciembre. La liturgia de este período está llena de deseos de la venida de la natividad del Salvador. Esperar al Señor que ha de venir es el tema principal del tiempo de Adviento que precede a la Navidad. Como mínimo en ese carácter simbólico sí que coincide la Misa de Víspera de Gozo de Santamaría de Caravaca con la Misa de la Expectación que se celebra en bastantes otros lugares.
El origen de la Hermandad de Ánimas de Caravaca de la Cruz se remonta al siglo XVI.
El primer documento que con relación a ella encontramos es un acuerdo del Concejo de Caravaca del año 1553, por el que se autoriza un libramiento para atender gastos de las Ánimas.
La Hermandad de Ánimas surge como cofradía piadosa con el fin de atender los sepelios de los desheredados y las misas y liturgias por el sufragio de sus almas; surge bajo el Patronazgo del Ayuntamiento de Caravaca y a los auspicios de la Orden de Santiago, administradora de estas tierras hasta la disolución de la misma.
La Hermandad de Ánimas, efectuaba pedimentas por todo el término visitando casa por casa así como misas el día de Todos los Santos y de las Ánimas, Navidad e Inocentes, siempre acompañados, al menos desde el siglo XVIII, de una cuadrilla o «colla» de músicos contratados por la Hermandad.
El patronazgo de la Hermandad de Ánimas fue objeto de litigios continuos entre el Ayuntamiento de Caravaca, vinculado al priorato santiaguista de Ucles (Cuenca) y el Obispado de Cartagena que careció siempre de jurisdicción en el territorio vicarial de Caravaca. Todos los pleitos que ante la Real Cancillería de Granada mantuvo sobre este asunto la Diócesis frente a la Orden de Santiago, fueron fallados en favor del Ayuntamiento santiaguista de Caravaca.
Con la supresión de las órdenes militares en el siglo XIX, la Hermandad de Ánimas carece de patrón y está vinculada a la Vicaría de la Iglesia Mayor de El Salvador, hasta fecha indefinida, que ronda el primer tercio del siglo XX, a partir de la cual siguen saliendo los músicos pero continuando solamente con las manifestaciones musicales en misas y bailes.
El domingo 21 de diciembre a las 19.00 horas en la Iglesia de El Salvador, Misa de Víspera de Gozo de Santamaría, cantada por la cuadrilla de la Hermandad de Ánimas de Caravaca de la Cruz