Como ya dijéramos en anteriores ocasiones, la Glorieta caravaqueña recoge en pocos metros edificios muy emblemáticos. Esta vez nos centraremos en La Iglesia – Monasterio del Carmen, situada en la mitad del paseo.
La fundación del Monasterio de Frailes Carmelitas Descalzos tuvo lugar en el s.XVI, con la intervención directa del propio San Juan de la Cruz, quien visitó la ciudad en siete ocasiones por motivos relacionados con la Orden Carmelitana; viviéndo éste en una casita, que aún hoy se conserva, situada precisamente en las inmediaciones de La Glorieta, muy cerca de la Parroquia de la Purísima Concepción, al pie de la Cuesta de la Cruz.
Debe apuntarse que dicha fundación fue promovida por las Madres Carmelitas Descalzas, presentes ya en Caravaca gracias a Santa Teresa de Jesús. Fue ésta la que envió a Caravaca a San Juan de la Cruz.
Las obras de la Iglesia – Monasterio fueron posibles gracias a las donaciones de la Orden de Santiago y sobre todo, a la especial ayuda de un matrimonio de nobles caravaqueños, cuyos escudos de armas aparecen en la fachada principal a ambos lados de la Virgen del Carmen. Se apunta como autor a un arquitecto perteneciente a la Orden.
Los Padres Carmelitas Descalzos llevaron a cabo una fructífera labor durante todo el s. XX, como la fundación del Colegio Niño Jesús de Praga o la creación del Premio Albacara, entre otros.
El edificio, considerado Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico, es barroco del s. XVII, sobrio y sencillo.
El conjunto monacal responde a las características propias de la Orden de los Carmelitas Descalzos (austeridad, elegancia y funcionalidad). Está formado por: iglesia, convento, la inacabada Capilla de Santa Teresa y el huerto. La Iglesia, tanto en la planta (de cruz latina) como en el alzado (pilastras de orden toscano), también se corresponden con el estilo carmelitano.
Recientemente, Monasterio e Iglesia han sido profundamente restaurados, creando a su vez, una Hospedería integrada en el conjunto, en la que los turistas que se acerquen a Caravaca de la Cruz pueden alojarse.
La presencia de la Orden del Carmen en Caravaca es un reflejo de la importancia que el Lignum Crucis representa para ésta y otras muchas órdenes religiosas que se han asentado en la ciudad a lo largo de la historia.
Como podéis comprobar el Paseo de La Glorieta es un lugar muy especial e importante para Caravaca de la Cruz. Es por ello, que los turistas y visitantes que lleguen a la ciudad deberían acercarse hasta él y disfrutar de todo lo que éste les puede ofrecer.